Ayer nos encontramos con un Pedro Mateos muy cómodo, que se sintió muy a gusto hablando de su novela. Es un lujo poder compartir con un autor los secretos de su texto, cómo nació, cómo se fue formando etc. y el de ayer fue un ejemplo más de que la novela se puede vivir desde otra dimensión si se tiene la posibilidad de conocer de cerca al autor.
Pedro nos habló de la estructura de “El silencio de las sombras”, quizás el mayor acierto del libro. No es fácil acertar con la estructura y él lo consigue con la creación del armazón de un texto intimista y sincero.
Hay mucho de autobiográfico en la novela de Pedro, que sobre todo se puede apreciar en las referencias a la filosofía que impregnan toda la novela. Pedro estudió Filosofía y Letras y ha conseguido trasladar sus pensamientos y sus ideas a las páginas de “El silencio de las sombras”. Pero también hay algo, o mucho, de autobiográfico en los personajes. Las ciudades que Pedro conoció y que ahora visita su personaje, la estancia en Amberes, las mujeres que se cruzan en la vida del personaje (¿y quizás también en la del autor?) y un guiño final a un hecho real que se recoge en la petición de un ejemplar de la novela desde Italia.
El prólogo y la fotografía que lo acompaña, obra de María Isabel Ruano, y la portada, de Reyes Vázquez son también un gran acierto y un aporte añadido a la novela.
La tarde de ayer sirvió sin duda para expresar nuestro reconocimiento y nuestra admiración a Pedro Mateos por su labor literaria y por su novela “El silencio de las sombras”.
Y Pedro Mateos se lo merece, como escritor y como persona.
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