Por Manuel Pozo Gómez

Patricia Collazo González es una mujer que seduce a través de la palabra. Cuando se habla con ella es fácil tener la sensación de que ve las cosas al menos desde dos perspectivas diferentes: es argentina y española, es informática y escritora, le gusta la tranquilidad del hogar y el ajetreo de los viajes. Se intuye que la conversación será larga, nada insustancial, porque Patricia tiene muchas cosas que decir. Es una de esas personas que disfrutan de una sobremesa larga en la que sin duda aparecerá su gran pasión, la literatura. Sin embargo, cuando tiene algo que decir con pocas palabras, también es capaz de hacerlo, como demuestra con cualquiera de sus microrrelatos, que le han llevado cinco veces a la final anual del certamen de la cadena Ser Relatos en Cadena. En cada despedida hay un poso de tristeza, pero en el caso de Patricia esa tristeza se ve aliviada porque existe la seguridad de que la literatura no tardará en propiciar un reencuentro. En esta entrevista Patricia nos cuenta muchas cosas, pero te recomiendo que sigas acercándote a ella a través de su página web: La letra de pie. Te quedarás enganchado.

¿De Argentina, no?

Así es. Nací en una provincia del norte de Argentina, pero viví en Buenos Aires desde los dos años, así que se me podría considerar porteña.

Emigré a España en el 2002, cuando el famoso corralito argentino truncó muchos sueños y toda sensación de estabilidad que pudiéramos tener los ciudadanos. Eso, unido a otras circunstancias, como la falta de seguridad en las calles cada vez más creciente, y una posibilidad laboral en Madrid, fueron los motivos que me animaron a dar el salto.

Gracias a mis abuelos españoles, gallegos de Galicia (lo aclaro porque para los argentinos todos los españoles son “gallegos”) y a un contrato laboral, tuve la facilidad de entrar “con papeles”. Muchos años después adopté la ciudadanía española. Por lo que ahora tengo doble nacionalidad. Y el corazón dividido o multiplicado por dos.

Buenos Aires… Has pronunciado un nombre mágico para mí. Dicen que en Buenos Aires se respira literatura

Sí, es cierto. Es una ciudad muy literaria. Las librerías de la Avenida Corrientes (una de las principales del centro de la ciudad) estaban entonces abiertas las veinticuatro horas. Como farmacias de guardia para lectores de urgencia.

Buenos Aires es también una ciudad precursora en el tema de los talleres literarios. Cuando llegué a España, entendí que aquí (en aquel momento) no era algo tan común. Los había, pero no eran tan populares ni tan masivos como allí. Yo venía ya con una historia de diez años de actividad continua en un taller literario.

Me gusta que hables de esto. ¿Encontraste diferencias entre el Buenos Aires literario y el Madrid literario?

Mi llegada a Madrid supuso un cambio importante en mi vida. Lo cierto es que los primeros diez años dejé de lado la literatura. No escribí. Leí mucho pero no escribí ni una línea.

El Buenos Aires literario que había dejado atrás (mi taller literario Antimusa del que me había despedido con mucha pena) pesaba demasiado en mí. Por eso no te puedo decir si el Madrid literario era diferente. Casi te diría que evité meterme en él.

En ese momento, escribir era para mí sumirme en la nostalgia, y no podía hacerlo. Otra cosa que me pasaba es que me sentía muy insegura con el idioma. Aunque parezca mentira, yo no sabía escribir en español, yo sabía escribir en argentino. Hasta conjugar los verbos en correcto castellano me costaba.

Tuvieron que pasar más de diez años y muchos cambios en mi vida personal para que me decidiera a volver a escribir. Para entonces ya podía escribir en español con cierta fluidez, aunque aún hoy de vez en cuando se me cuela “la argentinada”, como yo le digo, al escribir.

Cuando retomé la escritura y empecé a moverme en el mundo literario de Madrid, me fascinó. Es que además ya no era solo Madrid. Las nuevas tecnologías, las redes sociales, me abrieron el mundo literario de toda España y eso me regaló la posibilidad de conocer escritores, hacer amigos y compartir la pasión por las letras con personas de todas las latitudes españolas. ¡Qué hallazgo! En este país hay mucha pasión por la escritura y la literatura, y yo, que suelo colarme en todos los saraos, pues, estoy en mi salsa.

Qué curioso lo que me cuentas. Me vas a perdonar una pregunta personal. ¿Viniste sola o venías con tu familia?

Venía con quien entonces era mi marido y un niño de seis años que, habiendo hecho solo medio curso de su primer grado de primaria en Argentina, dio el salto en un mes de agosto y aterrizó en septiembre en segundo grado y en otro país. Ese niño es ahora físico y va a cumplir 25 años.

Últimamente he hablado con algunos escritores que también han sufrido este vacío, que han dejado de escribir durante un tiempo. A mí me he pasado y cuesta salir de él, por eso lo que tú has hecho tiene mucho mérito. ¿Aprendiste a escribir en el taller literario? ¿Qué le debes y qué opinas de ellos?

Yo siempre escribí. Desde que tenía seis años. Esa semilla estaba en mí. Pero el llegar al taller, con veintipico de años, me cambió la vida.

Descubrí que escribir era algo que se me daba bien, pero que podía mejorar y afinar muchísimo. Al principio el taller me ofreció la disciplina de escribir periódicamente y un montón de consignas e ideas para poder sacar todo lo que tenía dentro. Pero fue mucho más que eso. Me dio técnicas, trucos, me enseñó a leer con ojos críticos, a leerme con esos mismos ojos críticos, a trabajar los textos, a exprimirlos. Me regaló voces que desde distintos puntos de vista comentaban mis textos y me instaban a mejorar. Me abrió la mente. No sería la escritora ni la persona que soy si no hubiera pasado por mi taller.

Cuando retomé la escritura en España, seguí haciendo cursos de literatura y todos absolutamente todos, me hicieron crecer y aprender.

Ya ves, mi opinión de los talleres literarios es que son un lugar donde puedes potenciar lo que tienes, adquirir lo que no tienes, y sobre todo aprender a trabajar. Mi taller se llamaba Antimusa, porque justamente propugnaba el trabajo como base para conseguir escribir bien. No las musas y las inspiraciones mágicas. El trabajo. Si las musas van a venir a visitarte, mejor que te encuentren trabajando, decía Picasso.

Pues siendo así tendrías que haber acabado como profesora de literatura, o como periodista, o como traductora… alguna profesión relacionada con las letras. Ya me dirás cómo has terminado como informática.

Yo no diría que he terminado como informática, diría que he empezado como informática. Así como desde muy pequeña escribía, también desde muy pequeña tenía fascinación por las matemáticas, los problemas lógicos, los puzles, los acertijos…

Sí, siempre tuve estas dos vertientes. Y las sigo teniendo. Cuando llegó el momento de escoger carrera, me incliné por mi vertiente científica. Seguramente influenciada por aquello de estudiar algo que te pueda dar de comer. No sé qué hubiera pasado si hubiera escogido mi vertiente humanista. Tal vez ahora sería una escritora profesional que todos los días programaría en algún lenguaje avanzado porque no hubiera podido dejar de lado la belleza de la lógica y las matemáticas.

Lo cierto es que no soy solo informática ni soy solo escritora. Llevo una doble vida (alguna vez tenía que confesarlo 😊) y exprimo los días para poder atender a mis dos vertientes sin serle demasiado infiel a ninguna de las dos.

Claro que a estas alturas preferiría ganarme la vida escribiendo. Seguramente porque escribir me da muchas más satisfacciones a nivel personal que mi trabajo. Pero no me quejo. Mi trabajo no está mal y me ha permitido salir adelante y sacar adelante una familia.

¿Qué pasa? Que no se puede vivir de escribir…

Lo cierto es que nunca lo he intentado. Sobre todo, porque siendo el sostén de mi familia, necesito una estabilidad y la seguridad de tener un ingreso constante.

La escritura de vez en cuando me da una alegría económica y eso ya es mucho pedirle, creo.

Cuando digo ganarme la vida escribiendo, me refiero a escribiendo lo que quiero escribir. No enseñando, ni traduciendo, ni en otras profesiones relacionadas con las letras. Para eso me quedo con mi trabajo en informática que a veces es exasperante, pero también es mi elección.

Has dicho que la escritura te da muchas satisfacciones, pero sé que también te has llevado alguna decepción últimamente. Me refiero a tu exclusión de la final del año pasado del certamen Relatos en Cadena. Era inevitable que saliera el tema.

Yo no lo llamaría decepción, lo llamaría aprendizaje. No te niego que en el primer momento sentí una gran decepción. Quedarme fuera de una final tan importante por una decisión algo discutible, aunque aceptada por mi parte, fue muy decepcionante. Pero más lo fue entender que había cerca de mí una persona que, sospecho que cargada de envidia, había intentado hacerme daño. Eso fue lo más difícil de aceptar, la verdad.

El apoyo masivo que recibí esos días, en público y en privado, compensó con creces el mal trago y me dio más fuerzas para seguir persiguiendo mis objetivos. Por eso todo aquello se convirtió en un aprendizaje. Ya estoy otra vez en el punto en que estaba. Habiéndome demostrado a mí misma que puedo levantarme si caigo, o si alguien (que no se merece ya mi atención) me pone la zancadilla para hacerme caer.

En los microrrelatos te encuentras especialmente cómoda, como demuestra el hecho de que has sido cinco veces finalista anual del certamen Relatos en cadena y la multitud de premios que has ganado en otros certámenes… ¿Te consideras una escritora exclusivamente de microrrelatos?

No, el microrrelato me da mucho juego, pero no es lo único que escribo.

El microrrelato fue el género que me impulsó a retomar la escritura después de diez años. Cuando descubrí el juego, la técnica del microrrelato, me fascinó. Porque en cierta medida convergen en la escritura de un microrrelato, mi vertiente literaria y mi vertiente matemática. Un microrrelato exige mucha precisión, encajar las piezas sin que se note que están encajadas, tiene mucho de juego lógico y de puzle. Imposible que no me enganchara en sus redes.

Pero una vez que cogí impulso, aunque sigo escribiendo micros, volví a escribir relatos largos. Y en los últimos años, una novela que ya está terminada y otra que acabo de empezar.

Esto me sorprende de ti, no conocía tu faceta como novelista. Sin embargo, la única publicación que tienes es Sinestesia general, un libro de microrrelatos que se publicó el año pasado. ¿Qué proyectos tienes para tus escritos?

Tengo una publicación anterior en Argentina que, a diferencia de Sinestesia general, fue una autopublicación. El libro se titula Intermediarios abstenerse y es un libro de relatos un poco más largos que los micros de Sinestesia.

No tengo en mente publicar mis relatos largos, más allá de hacerlo en mi página web donde periódicamente incluyo alguno en la sección de Cuentos enredados.

La novela, en cambio, ya la estoy moviendo. Con mucha cautela y mucho mimo. Algún concurso, algún contacto en el ámbito editorial. No quiero quedarme solo con que sea publicada, mi objetivo esta vez es llegar a más gente.

Ojala tengas suerte y llegues lejos con tu novela. Has ganado el certamen Madrid Sky con el relato titulado Soy lo prohibido. Un relato dedicado a la metaliteratura, con mucho de irrealidad y de fantasía. ¿Para que un relato triunfe en un certamen, debe de tener mucho de irrealidad, de fantástico? ¿Te esperabas ganar?  

Yo creo que para que un relato triunfe en un certamen tiene que estar bien escrito y trabajado. Pero eso no alcanza. Debe tener además algo que llame la atención, algo que haga que el jurado se detenga y lo relea. A veces ese algo puede ser lo fantástico, a veces puede ser otra cosa. Pero creo que cuando eres jurado de un concurso (lo he sido algunas veces) y lees muchos relatos, te quedas con los que te cuentan algo distinto o con los que, aunque te cuenten una historia conocida, lo hacen de una forma distinta.

En la final de Madrid Sky había muchos relatos que tenían ese “algo”, por eso sabía que podía o no ganar. Si otro de los relatos finalistas hubiera resultado ganador, me hubiera parecido una decisión justa. Por eso, que resultara ganador el mío me dio una gran alegría.

En otros concursos ganas o no, pero no sabes contra qué obras has competido. En este, al conocerlas y ver su calidad, ganar te da aún más satisfacción.

Antón Alonso, director de Vinos y Caminos

El certamen Madrid Sky tiene tres patrocinadores. En concreto el primer premio, que tú has ganado, está patrocinado por la revista digital Vinos y Caminos, que dirige Antón Alonso. ¿Qué te parece esta labor de patrocinio para el mundo de la cultura? 

Me parece muy importante que empresas privadas se vuelquen en patrocinar actividades culturales en general. Eso demuestra que entre todos podemos fomentar la cultura más allá de los apoyos oficiales, que a veces se quedan cortos o no llegan a todos los ámbitos.

En particular, patrocinar un concurso literario creo que demuestra una apuesta con las palabras y las historias que sin duda nos acercan.

No puedo más que agradecer a Vinos y Caminos su apoyo y la confianza que han depositado, con razón, en los organizadores del concurso.

A todos los que escribimos en algún momento nos pasa algo que cambia nuestra manera de escribir. Esta vez ese algo nos ha pasado a todos a la vez. ¿Crees que el coronavirus va a cambiar nuestra forma de escribir? No cabe duda de que como tema aparece una y otra vez.  

Creo que como tema sí dará mucho juego. En mi caso, prefiero tomar un poco de distancia con respecto a lo que está pasando para escribir sobre ello. He escrito puntualmente algunas cosas, pero han salido demasiado desde las entrañas. Que eso puede ser bueno, pero no me ha permitido evaluarlas con perspectiva y trabajarlas.

Muchos escritores amigos me han comentado que la pandemia los ha paralizado, que les ha costado muchísimo escribir en estos tiempos. A mí no me ha pasado eso. He escrito sobre otras cosas, o sobre esto, pero sin pensar que estaba escribiendo sobre esto.

No ha cambiado mis mecanismos para escribir, pero sí me obliga a tener en cuenta más factores a la hora de conseguir verosimilitud. Si quiero ubicar una historia en la realidad contemporánea tendré que preguntarme si es pre o pos-coronavirus, y cómo eso afectará en la forma de comportarse de mis personajes.

Todos sentimos que todo esto es como una pesadilla, pero hasta de las peores pesadillas se puede sacar material para la escritura.

Llega el momento de acabar. Si tuvieras oportunidad, con qué escritor o escritora te gustaría tener una buena conversación. No sé, tiempo para tomar un café o cenar.

Puesta a pedir, pediré un imposible: con Julio Cortázar.

A todos los autores que entrevistamos les pedimos que nos recomienden una novela y un relato. ¿Cuál es tu recomendación?

Es muy difícil elegir, pero recomendaría Ensayo sobre la ceguera de Saramago y La autopista del sur de Cortázar.

Tenemos que llegar al final. Te agradezco mucho tu sinceridad y que te hayas sincerado de la manera como lo has hecho. Tienes este último espacio para contestar a la pregunta que quisieras que te hubiera hecho y no te he hecho, y para escribir lo que sientas. Muchísimas gracias.

Me gustaría que me hubieras preguntado ¿otro café?, porque la entrevista hubiera sido en persona. Y te hubiera contestado que sí, que me tomaría otro café.

Yo soy la que tengo que agradecer que, a pesar de la virtualidad, esta entrevista no haya sido un cuestionario. Que haya tenido alma. Creo que eso se nota.  Gracias a ti y a todos los Primaduroverales.

10 respuestas a “Entrevista a Patricia Collazo, primer premio de la VII edición del certamen Madrid Sky”

  1. […] Patricia Collazo González, cuando de pequeña le preguntaban qué quería ser de mayor, respondía que sería escritora. Se […]

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  2. […] ganadora del VII certamen Madrid Sky. En octubre pasado publicamos en nuestro blog una interesante entrevista en la que puedes conocer mejor a esta autora. Hoy publicamos una colaboración que ha escrito […]

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  3. Yo me hubiera apuntado a ese café y a esa charla sin dudarlo. Mi enhorabuena a los dos

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  4. Estamos de acuerdo que ha sido una entrevista muy completa y muy jugosa, pero yo hubiera pagado muy a gusto el otro café, con tal de que Manuel y a Patricia hubieran seguido, un ratito más, deleitándonos con su conversación. Confieso que me ha sabido a poco.

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  5. […] Si quieres leer el resultado y ver las confesiones que mi entrevistador me ha arrancado (¡!), no os la perdáis pinchando AQUÍ. […]

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  6. Excelente entrevista Manuel, con tus preguntas nos has ayudado a profundizar en una escritora de lujo como Patricia, ha sido una gozada irla conociendo más. Enhorabuena a ambos.

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  7. Avatar de Jose Miguel Espinar
    Jose Miguel Espinar

    Como me ha gustado esta entrevista!! Ya conocemos más de esta gran escritora, y también amiga, de esta cada vez más grande comunidad. Gracias a ambos, Patricia y Manuel.

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  8. Muy buena entrevista. Enhorabuena a ambos. Hay qué ver los tres ganadores que hemos tenido este año en Madrid Sky. Vaya nivelazo.

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  9. Cuando se juntan dos buenas plumas, el resultado tiene que ser arte. Pero si además son buenos conversadores, entonces, uno se queda sin palabras.
    Felicidades a los dos por este lujo.

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