En el taller de creación literaria de la asociación Primaduroverales estamos escribiendo el diario de un confinamiento. Cada día publicamos una página de este diario junto a un viaje musical. Los diarios serán nuestra ocupación hasta que podamos volver a reunirnos en nuestra clase de cada jueves para hablar de literatura y reanudar el taller. Esperamos, lector, que nuestros textos y nuestra música te acompañen. ¡Cuídate!
Hoy publicamos el relato ganador en el Concurso de historias sobre nuestros héroes, #NuestrosHéroes, organizado por Zenda y patrocinado por Iberdrola, del que ha resultado ganadora Mayte Blasco con el relato Ciento veinte escalones. El jurado encargado del fallo ha estado formado por los escritores Juan Eslava Galán, Juan Gómez-Jurado, Espido Freire, Paula Izquierdo y la agente literaria Palmira Márquez.
Diario de un confinamiento
Solo me ausento durante ocho o nueve minutos, el tiempo que se tarda en bajar y subir los siete pisos del edificio a una velocidad media. Desciendo con las manos metidas en los bolsillos para no tocar la barandilla. En el rellano del sexto huele a guiso de carne con verduras, o algo parecido. En el del quinto, todos los vecinos han dejado fuera su calzado, zapatillas de deporte en su mayoría. Ayer solo era el del quinto A quien tenía fuera sus deportivas; parece que el miedo y sus prácticas se expanden a una velocidad insólita. Avanzo hasta el cuarto pensando que tal vez nosotros deberíamos hacer lo mismo. Cuando llego al tercero he descartado la idea; ya tengo suficiente dosis de paranoia en la cabeza. Los mellizos del segundo gritan, se pegan, desquician a su madre tras las paredes carcelarias. Se escucha música en el primero, algún grupo de pop rock que no soy capaz de identificar. Llego a la planta baja y reviso el buzón del correo. Nada. Ni siquiera el banco se acordó de nosotros.
Me acerco a la puerta de salida. Resisto la tentación de girar el pomo, de cruzar el umbral, de salir a la calle y respirar el aire de esta ciudad doliente. Regreso sobre mis pasos y comienzo el ascenso.
Una voz masculina de dudosa afinación acompaña el sonido enlatado del disco que suena en el primero. En el segundo piso, los mellizos continúan su batalla. La voz de la madre, exhausta, repite con indolencia: “Parad ya, por favor, que os vais a hacer daño”. A medida que avanzo, mi pulso se acelera, la respiración se agita. En el cuarto piso, releo por enésima vez el cartel pegado junto a la pared del ascensor, una hoja mecanografiada donde se informa de los nuevos horarios de recogida de basuras. Ahí siguen las zapatillas deportivas en el quinto piso. Vuelvo a plantearme si también nosotros deberíamos hacer lo mismo. Imagino un ejército de bolitas malignas microscópicas adheridas a las suelas de mis zapatos. En la entreplanta del sexto y el séptimo, me asomo al ventanuco enclavado a la altura de mi frente. Solo se ve el cielo, hermoso y limpio como pocas veces se observa en esta ciudad enferma. Los pájaros trinan, cantan, copulan como locos sobre las ramas de unos árboles que no veo, en mitad de esta primavera extraña. “Todo esto es ahora nuestro”, pensarán ellos, con las alas extendidas. “Por fin es nuestro”.
Ahora son los sonidos de mi propia casa los que se oyen: la televisión encendida con una serie infantil de Netflix, la risa de mi hijo, aguda e ingenua, enseñándome cada día, cada minuto, que la felicidad existe en cincuenta metros cuadrados.
Mayte Blasco publicó en 2015 su primera novela, Las vidas que pudimos vivir, una historia de ficción contemporánea con un trasfondo de denuncia social sobre cinco mujeres cuyas vidas se entrelazan de manera fortuita. En 2018 fue la ganadora del segundo premio en el Concurso de Cuentos de Navidad convocado por Zenda, con el relato El antihéroe, y obtuvo el Accésit Testimonio histórico en el XV Concurso de Relatos Mineros Manuel Nevado Madrid con el relato Iquique, 1907. En 2019 obtuvo un accésit en el XVIII Concurso de Relatos cortos Filando Cuentos de mujer con su relato “El certamen” y fue finalista de la VI edición del certamen Madrid Sky con el relato Juventud. Su vocación por la literatura la ha llevado a crear un blog literario, El blog de Mae.
Selección musical: Alicia Gallego
Tina Turner: Proud Mary
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