Por: Mamen Fernandez

Nos reunimos en una tarde de jueves agridulce, por un lado, hoy se celebra el cincuenta aniversario de la Revolución de los Claveles, por otro, nuestra compañera Olga ha perdido a su padre, nos acordamos de ella y le mandamos un enorme abrazo en estos momentos tan duros.

Empezamos la clase comentando el cuento “Pinche Tiresias” de la escritora mejicana Valeria Luiselli.

Analizar un texto literario no es fácil y más cuando cada aspecto está repartido entre los distintos miembros de la clase, porque a veces nos salimos de nuestra parcela, algo lógico cuando el escrito es tan interesante como éste, que para nada es un texto al uso. Entre todos, como siempre, conseguimos perfilar cada uno de los aspectos que nos pide Pura.

Pinche Tiresias, enamora por su originalidad. Como preludio, la autora nos presenta un mail dirigido a ella, en el que le rechazan un capítulo, ya que pese a considerarlo brillante, el emisor del mail, no lo considera suficientemente ficcional, aquí ya se nombra a Tiresias.

El segundo punto que destacar, es que la autora se perfila como narradora en primera persona, y escribe una historia dentro de la historia, que presenta así:

“Esta es una historia inmoral. Es un gesto algo desvergonzado de mi parte. Pero no quiero sentirme culpable de lo que escribo. Se llama: Pinche Tiresias”.

La narradora viaja con su familia a un lugar en el que presumiblemente ha de producirse un encuentro que ya desde el principio se prevé incierto “…todo era verdad hasta que todo fue mentira”.

En un ir y venir del presente al pasado, de manera desordenada, vamos conociendo a los personajes y sus relaciones, con un hilo conductor que es Tiresias, “un hombre que tiene tetas de mujer y el don de la clarividencia” al que la narradora compara por su ceguera con el personaje al que esperan, el novio de la madre que además de ciego y sufí, es pelotari algo que sorprende y produce cierta hilaridad.

Nos dice la narradora de Tiresias aludiendo al juego que aparece en varios puntos del texto, que ni gana ni pierde “… al final siempre queda en tablas, pierde la vista, gana el don de la profecía, pierde la virilidad, gana el órgano femenino”.

Se establece otro acercamiento a Tiresias cuando la narradora dice que la llaman Lucas, y es que veces es él y a veces ella.

Las continuas alusiones a otros textos, bien de la autora como “Ingrávidos” o de otros escritores como “Los detectives salvajes” de Roberto Bolaños, e incluso el Infierno de Dante, enriquecen la historia. Otro atractivo, son los lugares en los que transcurre la acción, la casa del acantilado que representa la incertidumbre de la espera, el coche en el que viajan con esa música que escuchan y fluye como una burbuja en  la que la memoria transporta a los personajes a viajes de otro tiempo, y muestra la poesía que emana de la propia vida, representada claramente en el lugar  que los miembros de la familia van ocupando en el coche con el paso del tiempo: la madre ya no conduce, se sienta atrás y en está frase sobre la relación padres e hijos que sorprende por su verdad y belleza:

“Nunca terminamos de perdonar nada a los padres, aunque ellos casi siempre nos perdonan todo, o casi todo. Pero a la vez, nosotros los admiramos mucho más de lo que jamás nos llegarán a admirar ellos”.

Hablamos de que el ciego de este cuento nos recuerda al ciego de Catedral de Raimond Carver.

Por último, decir que con este texto Valeria Luiselli nos ha conquistado a muchos, quizás lo siguiente sea leer sus “Ingravidos”.

Con el sabor en la boca de los bombones que ha traído Lourdes para celebrar su reciente cumpleaños pasamos al relato de nuestra compañera Ana María Morgado, titulado “Él con él” correspondiente a los deberes 4, con requisitos como que contenga un largo pasillo que conduce a tres puertas, un título de una canción y la frase “y si le llamaba a él, que no le dijese nunca que está”.

La historia comienza, como nos tiene acostumbrados Ana María, con unas imágenes muy potentes llenas de poesía:  Juan, un chico que envidia los hermosos vestidos de sus hermanas, decide un día ponerse uno de ellos, salir a la vida y ser feliz. Es muy bella la manera en que el viento representa la libertad que el protagonista busca.

El muchacho decide preguntar a Dios acerca de las dudas que le asaltan sobre la vida, es curiosa la forma en la que el protagonista imagina de donde provienen los hombres:

 “Le daba la impresión de que todo comenzó con un grupo de triunfitos de esos de mente brillante, se organizaron para hacer lo que más tarde llamarían mundo. Sacaron varias cajas de recortables y se pusieron a jugar”.

Seguidamente hay un diálogo entre Dios y Juan, algo impreciso debido a los distintos nombres que recibe Dios: Divino, Altísimo, capitán, el que iba descalzo, gorrión, etc. por lo que se hace necesario poner los signos de diálogo para una mejor comprensión.

Con la metáfora de los recortables, Juan va interrogando a Dios, y aparecen temas como el pecado original que entraña la desobediencia y el castigo. Es singular como Juan recrimina a Dios respecto a las diferencias que establece entre unos recortables y otros, y como éste reacciona, llegando a cortar el recortable si no comulga con su creador, o a distribuirlos en cajas distintas entre buenos y malos.

Dios da a elegir entre tres puertas a Juan cuando le conduce al cielo. Juan elige la puerta en la que hay un espejo, en el que aparecen caballos blancos al galope cuyos jinetes son diferentes en aspecto, en color e incluso en carácter y Juan es uno de ellos, estableciendo un canto a la diversidad del mundo.

Y como no puede ser de otra manera, donde esta el bien también aparece el mal, por ello Dios advierte a Juan de que tenga cuidado con el jinete negro que representa dicho mal.

Como tercer texto Alicia Gallego nos trae “Aire” correspondiente a los deberes 3, que entre los requisitos debe de contener una comida tras un entierro focalizando en diferentes personajes.

El relato de Alicia es de una gran belleza. Ya comienza de una manera singular, focalizando en la muerta, una madre de familia que no ha conseguido, ni muerta, que su marido cumpla su última voluntad, aquí ya hay una protesta frente al encierro, que vuelve a aparecer más adelante. Cautiva la poesía que contiene esta última voluntad que, por un lado, sobrecoge y por otro, provoca que deseemos que el muerto sea el marido.

“La muerta se pregunta qué hace metida en una caja si ella lo que quería es estar en contacto con la tierra, abonarla y con ayuda del sol, hacer crecer lirios y ortigas, por la noche sentir pasar la luna despacito, sin hacer ruido, notar el leve paso de una musaraña, escuchar el aleteo de una lechuza buscando alimento y el canto del ruiseñor al amanecer. Se lo había encargado a él y, al final, una vez más, no había cumplido su promesa.”

Más tarde, con potentes imágenes Alicia va focalizando en el marido y los hijos, tanto en el cementerio como en la casa.

Es atrayente el contraste entre las focalizaciones en el hijo y en la hija, él se hace más niño y ella deja de serlo de repente:

“El más pequeño tiene la manga de su jersey mojada…hasta ayer se creía mayor, un chico grande, hoy se siente mucho más pequeño, casi insignificante”.

“La hija no deja de abrazar al pequeño…Se da cuenta de que ha dejado de ser una niña, qué su tiempo de ir de la mano ha pasado”.

La atmosfera de la casa, con la buena vecindad y la descripción de la mesa primorosamente puesta es muy visual, así como el lugar en el que la madre teje.

Y lo que da lugar al título es ese Aire que a la madre le ha faltado toda su vida, ese aire tan necesario para que sus sueños vuelen, aquí vemos el segundo encierro que abarca toda una vida. Y que mejor legado para dejarle a la hija que ese aire representado en el regalo de un libro.

La belleza del final es indudable, el aire por fin llega:

… lo deposita con suavidad en el cesto de las labores junto a las agujas de hacer punto, de ellas pende un jersey a medio terminar. Una ligera brisa mueve su pelo”.

Y se acaba la clase, nos vemos en un par de jueves.

12 respuestas a “De la ceguera, los recortables y el Aire”

  1. Una crónica minuciosa, de cirujano. No te falta detalle. Muchísimas gracias Mamen por ella y por unirte al grupo de cronistas.

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  2. Preciosa crónica!!! Dan muchas ganas de haber estado allí 🥰👏🏻👏🏻👏🏻

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  3. Qué bonita crónica, Mamen. Una visión más completa de lo que se dijo en clase. Estupendo.

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  4. Avatar de luisexposito59
    luisexposito59

    ¡Enhorabuena, Mamen! por una crónica de Champion, tan buena como tus relatos.

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  5. Un estreno estupendo para una tarde de mucho nivel. Espero poder incorporarme de nuevo el próximo jueves.

    Gracias Mamen.

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  6. Gracias Mamen, lamenté no poder asistir pero con tu crónica es como si hubiera estado allí. Muchas gracias!!

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  7. Menos mal que tenías miedito a tu primera crónica., porque te he visto muy suelta. Felicidades

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  8. Se acaba la crónica pero nos deja en la boca ese sabor a buena literatura que Mamen consigue transmitirnos tan bien

    Gracias, cronista

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  9. hola. Gracias. Creo que me he extendido mucho. A ver si la próxima la resumo más.

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  10. Brillante primera crónica de Mamen, enhorabuena.

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  11. Mamen, enhorabuena por la crónica. La has bordado.

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  12. ¡Uff, Mamen, qué bien contado! Si ya me dio rabia no poder ir a clase, tras leer tu crónica el sentimiento se me multiplica por dos. ¡Enhorabuena!

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